DOMINGO
Piñata
Es innegable, como se advirtió en este espacio, que el Presidente López Obrador no se ha recuperado del shock que representó estar a la defensiva, a pesar de las conferencias mañaneras, cuyo objetivo ha sido siempre de propaganda política que le permita conducir la agenda informativa de la República.
Tiene tres semanas que no se zafa del tema de la inseguridad, agravado por el bárbaro asesinato de mujeres y niños de la comunidad mormona, cuya ciudadanía norteamericana le da al crimen una connotación riesgosa para la relación con EU.
Una paradoja que, cuando la cesión ante las presiones arancelarias y la contención de la migración centroamericana en nuestro territorio parecían habernos sacado del discurso de campaña de Trump, este asesinato no hace vulnerables otra vez y, posiblemente, tema de la lucha electoral que ya empezó en Estados Unidos.
Quizá por eso el Presidente López Obrador ha empezado a utilizar también a Ricardo Monreal para entablar diálogos con los grupos políticos de Estados Unidos, razón de la carta en la cual le dice Monreal a los congresistas que México está dispuesto a aceptar la “ayuda” norteamericana en materia de investigación e inteligencia.
Como sea, nadie debe ilusionarse. La campaña presidencial de Estados Unidos será más brutal que nunca, sucia como nunca y, por la violencia criminal en México corremos el riesgo de ser una piñata política más.