DOMINGO
Discriminación por edad en sector salud
Quizá sólo son media docena de incidentes comprobados, pero han ocurrido en el lapso de cuatro años, en instituciones públicas de salud, el más reciente hace apenas una semana y calculamos que podría ser una tendencia.
A los pacientes con padecimientos diversos, pero cuya atención exigía una compleja y, ojo, costosa intervención quirúrgica, se le dieron diversos pretextos para no intervenirlos, pero en todos los casos se adujo como argumento contundente la edad, o sea, que eran ya muy viejos para ser operados.
Es posible que la atención de los pacientes, aún en instituciones públicas de salud, se haya convertido en una cuestión a resolver desde la perspectiva de costo beneficio.
Tal actitud se explicaría en los gobiernos llamados “neoliberales”, pero hay cuando menos dos casos registrados en este sexenio.
Uno se pregunta si la medida para tomar decisiones de tratamientos o intervenciones quirúrgicas ya es práctica común, por aquello de la creciente longevidad de la población que obliga a pensar en el costo.
¿Es ético, justo, humanitario calcular hasta la vida humana en términos de costo beneficio? Conste, es pregunta.