DOMINGO

Régimen unipersonal

   Ya no hay duda de que, como reiteradamente lo ha dicho en sus conferencias mañaneras, el Presidente Andrés Manuel López Obrador hace todo lo posible para construir un nuevo régimen.

   Ese nuevo régimen, a juzgar por sus acciones a la fecha, es uno en el que se procura minar la fortaleza de cualquier organismo o institución que en algún momento pueda ser contrapeso al poder presidencial.

    Nada nuevo, como aquí se ha relatado.

   Es como el viejo régimen del partido y la Presidencia hegemónicos, dicen muchos importantes personajes.

   Este espacio está en desacuerdo con ellos. No es el viejo régimen del siglo pasado, porque, aunque el Presidente de la República era poderoso, también es cierto que con ese poder se hacía política, se delegaban responsabilidades, se equilibraban los intereses que coexisten en una sociedad tan compleja como la nuestra.

   Lo que construyen desde Palacio Nacional es el régimen unipersonal más poderoso desde las épocas de los primeros gobiernos de la Revolución Mexicana.

   La objeción de este espacio es que México y los mexicanos ya no son lo que eran entonces, que ese estilo personal de gobernar está a contrapelo de la sociedad.