DOMINGO
No le conviene a Trump que termine
Para destrozar las premisas de la Cuarta Transformación, especialmente su convencimiento de que la mejor política exterior es una buena política interior, bastó que el inquilino de la Casa Blanca, ante el inminente lanzamiento de su campaña formal por la reelección, volteara a ver a México.
Con su amenaza de fijarle aranceles, a incrementarse mensualmente, a los productos que Estados Unidos importa de México, demostró que la relación con los norteamericanos no puede ser considerada con ligereza. Y menos está sujeta a las narrativas del gobierno de México.
Por primera vez, desde que es Presidente, el licenciado López Obrador recibió un apretón, y no de manos, por parte del gobierno estadunidense.
Conste, es un lance que todavía no termina, porque no le conviene a Trump que termine, por lo cual, el gobierno de México debe formar un grupo de alto nivel que, con asesores expertos, tenga la encomienda de ocuparse de, cuando menos avisarle al Presidente cuando viene una ofensiva.
No hay que confrontar a Trump, los Presidente de México nunca han confrontado a los mandatarios de Estados Unidos. Batallan con ellos como los luchadores de jiu jitsu, que aprovechan la fuerza del contrario.