DOMINGO

La contaminación no nos importa

   La contingencia ambiental en el Valle de México tuvo que ser una revelación para algunos del gobierno lopezobradorista, gracias a la cual descubrieron que los recortes presupuestales y de personal no son inocuos, así como tampoco es inocua la posposición de la designación de funcionarios en puestos que, a simple vista, son de quinta.

   Así, el Valle de México se vio envuelto en una espesa y tóxica nube contaminante, gracias a la incuria oficial, pero también, siendo justos, a la conjunción de decisiones políticas y, por supuesto, de una población a la cual preservar el medio ambiente le importa un cacahuate.

   Si no fuera así. ¿cómo explicar que las comunidades ejidales talan o cobran por dejar talar sus bosques? ¿Cómo explicar la codicia de autoridades que permiten que sus lidercillos invadan y construyan en zonas protegidas? ¿Cómo explicar que las pocas corrientes de agua sean contaminadas con todo tipo de desperdicios? ¿Cómo explicar que los fanáticos del ejercicio y la salud no hayan suspendido sus actividades al aire libre, alegando “no nos informaron”?

   Quizá la única esperanza son las nuevas generaciones, jóvenes y niños más conscientes de la importancia de preservar el medio ambiente, porque reconozcamos que la mayoría no cambiaremos nuestros hábitos, ni aunque nos vuelvan a amasar.