DOMINGO
Las Interpalamentarias
Desde hace casi seis décadas acordaron los Congresos de México y Estados Unidos celebrar reuniones anuales duranta el verano, para discutir los problemas de la relación bilateral.
Eran tiempos de la guerra fría que las Interparlamentarias fueron conducto para facilitar a México mantener cierta neutralidad entre las dos superpotencias. Se fue la URSS, pero llegó la avalancha de la superpotencia sobreviviente de aquella batalla que marcó el siglo 20.
Para México el problema, como siempre, cosas de la geografía, es que tuvo que lidiar con la arrogancia de la superpotencia vencedora de la Guerra Fría. De alguna manera se sortearon presiones y groserías, lo cual facilitaron las anuales reuniones interparlamentarias.
De pronto parecieron pasar de moda. Y se celebran sólo por rutina. Ellos, porque por ley es la única reunión internacional a que están obligados los diputados y senadores norteamericanos, nosotros, bueno, primero por torpeza y luego por la soberbia de las relaciones personales.
Ahora que está en marcha la campaña de Donald Trump por la reelección sería un buen momento para celebrar la reunión entre legisladores mexicanos y estadunidenses.
Antes, quizá, hay que averiguar si la austeridad republicana le dejó al Congreso mexicano recursos para celebrarla. Porque, aclaremos no es barata.
La brutal realidad es que Trump no tendrá contemplaciones con México y no le importarán las consecuencias económicas para nuestro país, si con ello gana los votos para ganar la elección de 2020.