DOMINGO

Legislación electoral ambigua

  Aunque sea un distractor, el debate sobre el Plan B electoral del Presidente López Obrador es, en estricto rigor, la más grave amenaza a la incipiente democracia mexicana.

  Lamentablemente tiene también la ventaja del tiempo.

  Tiempo en que la Suprema Corte de Justicia decida sobra las impugnaciones presentadas por la oposición, el INE y todo el que se sienta afectado por inconstitucionales cambios a la ley electoral.

  Tiempo que se lleven los diputados y senadores en aprobar las leyes faltantes del Plan B. Tiempo que, una vez aprobadas, se tome el Ejecutivo. Capaz que la promulga cuando esté la Corte por ir al receso.

  Tiempo es política, ha dicho el Presidente. Está a su favor.

  El riesgo es ir a la elección presidencial con una legislación electoral ambigua, con autoridades electorales debilitadas y un intencionalmente emponzoñado ambiente que podrían impedir una pacífica y ordenada transmisión del Poder.