DOMINGO
Se gastó los bienes y no remedió los males
Hasta la fecha, el Gobierno Federal ha logrado mantener un cierto equilibrio en las finanzas públicas, pero hay indicios de que la inflación, las presiones presupuestarias, eventual desaceleración de la economía globaL, especialmente de la estadunidense, más el miope enfoque de vendetta política de muchas partidas para el año próximo podrían crear una tormenta de fin sexenio.
Si le sumamos la insaciable necesidad de recursos para inacabables programas sociales y costosas obras insignia del sexenio, existe el real peligro de que el Gobierno de la República, así como se gastó los ahorros para contingencias de casi 15 años, se lance sobre las reservas de las instituciones de la República.
Un ejemplo es la campaña contra el Poder Judicial. No es para mejorar la administración de la Justicia, ni por meritoria actitud moralista. Se trata de desprestigiarlo para quitarle los fideicomisos con los cuales el Poder Judicial históricamente fondea sus pensiones y garantiza su pasivo laboral y de prestaciones sociales.
A los aspirantes oficiales a la Presidencia se les dice que se les dejará un fondo para su arranque, pero no les dice que este Gobierno, al grito de “los bienes son para remediar los males”, ya se gastó los bienes y no remedió los males.