DOMINGO
Tendremos que tomar partido
Si la persistencia de la pandemia y sus cada vez más serias secuelas económicas, políticas y sociales, no son paliadas por una recuperación económica más enérgica que la que pronostican tantos especialistas, puede provocar que los gobernantes de las grandes potencias, como en el pasado, en afán de aventajar creen situaciones, cuya dinámica, como en el pasado, acercaría al mundo a una confrontación violenta.
A querer o no, el Gobierno de México debe precaverse, pues llegado el momento, como en el pasado no muy lejano, se le exigirán definiciones que no siempre coincidirán con su declarada ideología, cualquier que sea.
Como país periférico, no podrá estar al margen de cualquiera confrontación entre potencias. ¿O alguien cree que en un conflicto entre Estados Unidos y China podremos ser neutrales?