DOMINGO
Adios al legado
La creciente rijosidad del Presidente López Obrador, acorde a su personal estilo de gobernar, no cederá, pues ha empezado a constatar que se quedará muy corto en el cumplimiento de muchos de sus objetivos de Gobierno.
Se ha dado cuenta que lo que parece ser el núcleo de su eventual legado es haber logrado que las prestaciones de sus programas sociales queden como parte de la Constitución, lo cual hará muy difícil abrogarlas aún en el mediano plazo.
Todo lo demás está sujeto a las variables de la leal incompetencia de los altos funcionarios de la 4T, la cual ha alcanzado niveles tales que ya se perciben islotes de corrupción, no del pasado, sino de creación de tantos “leales” que han comprobado la veracidad del proverbio de que “en arca abierta, hasta el justo peca”.
Quizá tenga que hacer una purga para curarse en salud.