DOMINGO

A prueba la alianza opositora

  Aunque lo parezca, el enjuiciamiento por presuntas empresas “fantasmas” que facturaron a dependencias del Gobierno peñista no es sólo un juicio, parece ser una jugada jurídico política que se fraguó desde que Julio Scherer estaba en la consejería jurídica, a juzgar por los efectos que podría tener en cómo vote el PRI en la Cámara de Diputados cuando se discuta la mal llamada reforma eléctrica.

  Como sea, difícil será para los priístas explicar que al discutir la iniciativa presidencial los partidos de la alianza opositora tienen la ocasión de forzar a que la regulación a las empresas privadas deje de ser casi expropiatoria.

  La posición de los anayistas que siguen al frente del PAN es decir no a todo. No se dan cuenta que si rechazan la totalidad de la reforma eléctrica de todas maneras el Presidente ganará, pues de facto acotará a las eléctricas privadas, mientras se victimiza por la ofensiva de los conservadores.

  Lamentablemente será doblemente difícil porque la presión mediática, influenciada por los intereses afectados por la iniciativa, no permitirá una discusión más racional.

  Ni modo, son los tiempos que nos toca vivir.