DOMINGO

No puedes vivir desconfiando

  Se ha dicho muchas veces que la regla de oro para los Presidentes de México, sin distinción de partidos, fue descrita por un exmandatario hace 33 años: “uno no puede ser predecible, porque se queda vulnerable a la manipulación de quienes le rodean, hasta de los de mayor confianza”.

  En semanas recientes, diversos episodios político-electorales o decisiones de organismos electorales parecen haber provocado reaccione airadas, irritadas y hasta indignadas del Presidente López Obrador.

  Su reacción ha sido la que se preveía, embistió contra quienes tomaron o fueron actores de decisiones o situaciones contrarias a su voluntad.

  De lo único que no se puede acusar al Presidente López Obrador es de ser de fácil trato con sus colaboradores, pero uno se pregunta si los estallidos son prueba de creciente irascibilidad por la frustración de que algunos asuntos no salen como quisiera o si, como otras veces, son calculados para crear impresiones que considera convenientes en el momento.

  El tiempo nos lo dirá, sobre todo porque en el gabinete y en todo el Gobierno ya hay sordas luchas y patadas por debajo de la mesa de los “aspirantes a la candidatura presidencial”. Veremos si, como es el sello de la casa, los deja pelear, pues así impide que se unan e intriguen contra él.

  Es cuando uno recuerda que Carlos Castillo Peraza le dijo a Felipe Calderón, no puedes vivir desconfiando de todos, porque luego no confiarás ni en tu propia sombra.