DOMINGO

Suplantar el diálogo con el enfrentamiento

  Ya no sólo molesta e irrita, ya empieza a preocupar la displicencia con que, por sus coyunturales objetivos electoreros de corto, cortísimo plazo, al Presidente López Obrador no le importe el daño que cause en el sistema electoral.

  Tal actitud demuestra que es el mismo que al ordenarle al PRD no votar una iniciativa que sólo paliaría la situación de Pemex dijo: “no importa el daño a Pemex, cuando nosotros ganemos lo enderezamos”.

  No cambia, ni cambiará, pues el estilo de gobernar del Presidente López Obrador, a quien le fascina hablarnos de la lucha entre liberales y conservadores, encaja en la situación descrita hace más de seis meses por la historiadora Erika Pani, al describir ciertas actitudes de aquellos tiempos: “En el México del siglo XIX transformar al contrincante político en enemigo significó no discutir problemas legítimos. Implicó suplantar el diálogo y la negociación con el enfrentamiento”.

  ¿Suena familiar?