DOMINGO
Roma no cayó en un año
Esta mañana será la entrevista virtual entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el mandatario estadunidense Joseph Biden, cuya agenda, se supone, ya negoció el Secretario de Estado Anthony Blinken con el canciller Marcelo Ebrard y la titular de Economía Tatiana Clouthier.
Si uno se dejara llevar por las declaraciones del Presidente López Obrador y de los suyos, pensaría que México llegará con una lista de peticiones a la mesa de la charla.
Sería gravísimo. Primero, porque los norteamericanos no se hacen ilusiones en las relaciones internacionales. Y por cada petición vendría un compromiso, implicaría una exigencia norteamericana.
Más grave que el Presidente se dejara influenciar por los ideólogos radicales que tiene cerca, aquellos que en estudios y análisis le aseguran que Estados Unidos es una potencia tambaleante o sea que empezó su decadencia.
Como dicen los abogados, suponiendo sin conceder que así sea, debemos tener presente que de cuando empezó la decadencia de Roma a cuando llegó el desplome pasaron casi dos siglos.
Como dice un clásico reciente, ¡imagínense como nos iría si los tratamos ahora como si ya hubieran transcurrido esos dos siglos!