DOMINGO
Todo se derrumbó
Hace varias semanas, en una de sus conferencias mañaneras, el Presidente Andrés Manuel López Obrador nos permitió atisbar sobre cuál es su actitud ante el cambio de dos años y qué sigue.
Su frase “Política es tiempo”, habla de un Presidente que tiene prisa, que sabe que el tiempo se escurre entre los dedos y que el ritmo de su quehacer puede ser la clave de un eventual éxito de su gobierno.
Nadie se haga ilusiones, para el Presidente ya empezó la consolidación de los cambios que ha impulsado.
Como hemos dicho antes, nada hizo en estos dos años el Presidente Andrés Manuel López Obrador que no haya anunciado. Por eso no sorprenden sus afirmaciones, porque, perseverante como es, no desaprovechará el respaldo reflejado en las encuestas, respaldo cultivado sistemáticamente en sus mensajes. No le habla a lo que llamó Fox el círculo rojo, sólo les habla a los suyos.
Habla de consolidación, cuando aún no termina el desmantelamiento de viejo orden institucional ni el armado del nuevo entramado constitucional.
Hace dos años, el expresidente uruguayo José Mújica dijo del Presidente López Obrador: “lo veo, maravillosamente soñador”.
Veremos si al final del sexenio no termina repitiendo las palabras de Gorbachov: “no habían desaparecido las viejas instituciones, pero tampoco estaban listas las nuevas. Y, de pronto, todo se derrumbó”.