DOMINGO
En campaña
Ya nadie duda, suponemos, que las conferencias mañaneras son un ejercicio de propaganda de la Presidencia de la República y que, como tal, no se dirige al sector que acertadamente llamó Vicente Fox “el círculo rojo”, sino a todos los grupos que respaldaron a Morena y votaron por él.
Ha calculado, quizá acertadamente, que esos grupos, aun restando los desencantados con la 4T y todos aquellos que han sido afectados por decisiones de su Gobierno, ese auditorio suma millones, muchos millones más de los que pueda convocar hasta hoy cualquiera de sus adversarios.
Pero las elecciones de Coahuila e Hidalgo le demostraron que su arrastre de popularidad no se transmite en automático a las candidaturas de su partido.
Eso lo empieza compensar con discursos y narrativas cada día más de un candidato en campaña que de un Presidente que, el año próximo estará obligado a apegarse a la ley electoral que constriñe mucho a los funcionarios de los tres niveles en su ejercicio de propaganda. Vean ustedes la reciente decisión que “inhabilitó” al ex jefe de gobierno de CDMX Miguel Ángel Mancera por influir ilegalmente en las elecciones de 2028 por alguna mención que pareció apoyo a Ricardo Anaya.
La pregunta es, ¿respetará el Presidente López Obrador la ley que él contribuyó a hacer tan restrictiva a los funcionarios en funciones o decidirá que no aplica para él, como en tantas otras actitudes que asume antes decisiones que no le satisfacen?