DOMINGO

El General Cienfuegos

  La detención del general Salvador Cienfuegos ha sido el peor golpe de las agencias estadunidenses a lo que siempre ha sido incómodo obstáculo a sus objetivos y planes: el nacionalismo de los militares mexicanos.

  La relación entre México y Estados Unidos ha caído a su punto más bajo, más bajo aún que cuando la DEA secuestró en territorio mexicano y llevó a Estados Unidos al doctor Álvarez Machain, por presunto involucramiento en el asesinato del agente Enrique Camarena.

 O peor, pues, aunque reconozcan que espían e intervienen comunicaciones de funcionarios mexicanos y otros ciudadanos en territorio mexicano, las circunstancias y los tiempos no son los de hace casi 40 años.

  Hoy, las crisis sanitaria y económica han hecho más vulnerable a México y más expuesto a las “black ops” de las agencias de seguridad norteamericanas, las cuales, por sus propias razones, deben probarle a Washington lo importante que es su labor.

  Quizá la DEA tejió una leyenda sobre el general Cienfuegos para cobrar agravios con el Ejército Mexicano. No lo sabemos y no lo sabremos. Quizá nuestros nietos puedan averiguarlo cuando se desclasifiquen archivos estadunidenses.

  Personalmente considero inaceptable que una flagrante agresión al Estado Mexicano y una descarada violación a la soberanía sean capitalizadas políticamente por el Presidente.

  Como mexicano me entristece tal actitud.