DOMINGO

Un think tank

   No es asunto menor el desencuentro del Gobierno de la República con un bloque de connotados académicos e intelectuales, al menos no debiera serlo para Palacio Nacional.

   Es cierto que el desplegado que motivó la confrontación alude al estilo de gobernar del Presidente López Obrador, pero también es cierto que, quizá por su ensimismamiento en el proyecto político, han dejado de escuchar voces distintas, no necesariamente de adversarios, simplemente de personas que no comparten el pensamiento lineal que suelen provocar los gobiernos con mayoría absoluta.

   Durante el siglo pasado, aún en las épocas más autoritarias, el partido hegemónico abrió espacios para escuchar voces disidentes. Ojo, dijimos, escuchar, no necesariamente hacer todo lo que sugieren.

   Crearon el IEPES, una suerte de think tank para todos los sectores de pensamiento, técnico, académico, artístico. Las izquierdas no pueden negar que se les dejaron espacios en los medios públicos de comunicación.

   Quizá la 4T sería más eficaz y eficiente y, quien sabe, hasta más transformadora si crearan un think tank. Capaz que hasta de ahí tomarían ideas útiles para el proyecto.