DOMINGO
Así se las gasta la Casa Blanca
En septiembre de 1981 acudió el Presidente José López Portillo a Grand Rapids, Michigan, a la inauguración de la biblioteca Gerald Ford.
El objetivo real del viaje era una reunión informal con el Presidente estadunidense Ronald Reagan.
Dos eran los temas que tratar entre los dos mandatarios: invitar a Reagan a la Cumbre Norte Sur que organizaba México en Cancún y abordar el tema de la nacionalización de la banca que hizo López Portillo el uno de septiembre de 1981.
De la reunión hubo dos consecuencias inmediatas, el impacto en la sucesión y la magistral forma en que el bien aceitado aparato de comunicación de la Casa Blanca la aprovecho.
En lo político, la designación del candidato presidencial, prevista para fin de año, después de la cumbre de Cancún, se adelantó.
En materia de comunicación, mientras el equipo de la Presidencia de México preparaba los boletines y comunicados para informar a la prensa, los directores de comunicación de la Casa Blanca empezaron a dar “briefing” a la prensa.
Los reporteros mexicanos acudieron a los “briefing” y registraron que, según la Casa Blanca, López Portillo había ido a dar explicaciones a Reagan.
Inútiles las aclaraciones del Gobierno mexicano, el golpe había sido dado.
Así se las gastaban en la Casa Blanca y jure usted que así se las gastan hoy.
Si Jesús Ramírez Cuevas cree que con su magro y austero equipo puede competir con la Casa Blanca, pues que se prepare a que los voceros de allá digan lo que se les pegue en gana sobre lo hablado en la entrevista y lo acordado.
Poco vivirá quien no lo compruebe en vivo y a todo color.