DOMINGO

 Inquietud

   La semana pasada, el Presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a marcar la raya que divide a quienes están a favor de la Transformación y quienes no lo están.

   Esa nueva delimitación entre “quienes están conmigo y quienes están contra mí”, en realidad lo que hace es definir disputas en el seno de dos dependencias, en la Secretaría de Salud y en la Secretaría de Gobernación.

   A pesar de la retórica habitual con que envuelve todas sus decisiones, en el caso de Salubridad simplemente consideró que era necesario sacrificar a una vieja colaboradora, a quien después de todo nunca podría designar titular de Salud y le quitó a la dupla Alcocer-López Gatell un obstáculo. El tiempo dirá cuál será el costo de la decisión.

   En Gobernación simplemente consolidó el poder que poco a poco ha buscado su viejo amigo Alejandro Encinas, quien, sin reflectores, gana dos importantes espacios al equipo de la titular.

   Sin embargo, la impresión que uno tiene de estas decisiones es que no se tomaron con la habitual frialdad del Presidente López Obrador. La narrativa empleada hace pensar que el Presidente está inquieto, lo cual explicaría su rijosidad.