DOMINGO

Son locales

   A un año de las elecciones de 2021, las más grandes en la historia democrática de México, dice el lugar común, tanto el Presidente López Obrador como sus adversarios de la oposición han empezado a fijar las pautas de lo que serán las campañas electorales.

   Hasta ahora, con su expertise electoral, el Presidente ha conseguido que su imagen sea el centro del debate electoral.

   Es lo peor para la oposición. Primero, porque las elecciones del año próximo son locales, hasta las de diputados federales son locales, porque en cada distrito electoral se movilizan los intereses locales, regionales cuando más.

   Si la oposición sigue con su empeño de aceptar que el centro de la discusión de las elecciones sea el Presidente, corren el riesgo de volver a perder estruendosamente.

   En cambio, si mueven los intereses puramente locales y evitan que el centro del debate de campaña sea el presidente, tienen una oportunidad, al menos de negarle la mayoría calificada en la próxima Cámara de Diputados y mayorías en alcaldías y congresos locales.