Cambio de Guardia
Con la unción de Ricardo Anaya como candidato presidencial del Frente, están definidas los tres candidatos que se disputarán la Presidencia de la República el próximo uno de julio de 2018.
Cuando apenas está por iniciar ese absurdo período de “precampañas”, las críticas, invectivas y descalificaciones entre los cabecillas de las tres principales fuerzas políticas de la Nación, dan apenas un esbozo de lo encarnizada que será la campaña.
Esto apenas empieza y ya se siembran los habituales mensajes de odio de campañas presidenciales anteriores. Serán esos mensajes, desafortunadamente, los que decidirán quién gana la elección.
De eso se trata de ganar el poder, como sea, sin importar el daño al tejido social, cuando en muchas comunidades a lo largo y lo ancho de la República no se han reconciliado amigos, familiares y compañeros de trabajo, separados por las narrativas de aquellas campañas de 2006 y 2012.
Tristemente ese es uno de los riesgos de la democracia, la división en la sociedad, más aún cuando, como en el caso de México, a ella contribuyen quienes, conscientemente o inconscientemente, sirven a los intereses extranjeros que saben capitalizar las divisiones en su provecho, político y económico.