DOMINGO
El problema es la supervisión
Con la suspensión, al menos presupuestal, del programa para las mujeres violentadas, se comprueba que nadie en el entorno del Presidente Andrés Manuel López Obrador le ha explicado que ese programa, igual que el de las estancias infantiles y otros, no suplantan tareas del Estado, como ha dicho el aspirante a ideólogo de la 4T Porfirio Muñoz Ledo.
La explicación es tan sencilla como dar el ejemplo de la subrogación de ciertos tratamientos costosos y especializados que hacen el IMSS y el ISSSTE.
Al enviar a sus derechohabientes a centros particulares para hemodiálisis, se ahorran: plazas sindicales que luego no podrán suprimir, la compra y mantenimiento de equipos, el alquiler o compra de locales donde se da el tratamiento, lo cual haría feliz al más exigente cuenta chiles.
Igual con las estancias infantiles y el programa para mujeres violentadas. El Estado no tiene que pagar a personal especializado, el cual se incorporaría a los sindicatos oficiales con todas las prestaciones que implica, no tiene que alquilar o compra y mantener locales especializados. Todo lo paga con el subsidio que entrega.
¿Cómo evitar corrupción? Por favor, tan mal están que no tienen personal capaz de vigilar el cumplimiento de las reglas de operación.
Pero está visto que la mayoría de los colaboradores del Presidente López Obrador, o no entienden lo arriba expuesto o no se atreven a dar una explicación que sería interpretada como una contradicción.
Ah, el fenómeno del vestido nuevo del Rey