Cambio de Guardia
No hay triunfos inevitables
No son pocos los que se han unido a la campaña mediática que busca reforzar la impresión en la cual se asienta la propaganda de Morena: la impresión de que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador es inevitable.
Es el resultado de la exitosa campaña que ha realizado el tabasqueño en los años pasados en lo que ya es su tercera campaña por la Presidencia. La experiencia adquirida le ha sido útil para eludir muchas de las trampas.
Las encuestas, todas, parecen ponerlo en una ventaja que, nos dicen, será imposible de superar.
Eso no lo sabemos, porque si algo es cierto es que, más allá de que un número altísimo de personas deciden su voto cuando ya faltan unas semanas y a veces hasta unos días para la elección presidencial, los sondeos muestra que una tercera parte de los encuestados, y a veces más, no responden. ¿Por quién votarán? Se puede calcular, pero no se sabe a ciencia cierta.
Eso hace incierto el resultado y refuta las afirmaciones de que en una democracia hay triunfos inevitables con tanta anticipación.
Es la bendita incertidumbre que debiera convencernos de que, pese a lo que digan, vivimos en una democracia.