Cambio de Guardia
Un breve repaso a las campañas de las tres coaliciones que se disputarán la Presidencia de la República, muestra que en el período legalmente denominado de precampaña, sólo la coalición lopezobradorista mantiene constante su narrativa.
Lo cual no implica que no cometa errores. Uno de ellos es que lo mismo López Obrador que su círculo cercano empiezan a exhibir un profundo desprecio por sus adversarios, convencidos de que ya ganaron. Olvidan que así les ocurrió en 2006, cuando el mensaje de campaña era: “sonríe, ya ganamos”.
Como sea, las otras dos coaliciones no cantan mal. En la coalición que encabeza José Antonio Meade hay una cierta reticencia a escuchar opiniones distintas a las que ya tiene el equipo. Eso ha conducido a equivocaciones en la designación de candidatura y, sobre todo, a ganarse la mala voluntad de los grupo locales y estatales del PRI.
De la misma manera, la coalición que encabeza Ricardo Anaya ha concentrado los esfuerzos en luchar contra el gobierno del Presidente Peña Nieto y contra el candidato priísta y, de alguna manera, deja vía libre a López Obrador.
Todos están a tiempo de corregir, pero a veces, la arrogancia y la soberbia son la causa de muchas derrotas.