Café Político

 

 

UNAM: ¿el síndrome de Poncio Pilatos?
Fiscal: cartucheras al cañón, quepan o no
Los “gobernadocitos” fueron elegidos

   Todos condenan la agitación en la UNAM y manifiestan su respaldo a las autoridades universitarias, pero, hasta hoy, parecen sólo declaraciones obvias, sin que se traduzca en acciones que las apoyen.

   En la Casa de la Transición se rechazó la desestabilización de la UNAM, pero llamaron justas a las demandas estudiantiles. No se sabe si también aquella que exige que todos los cargos en la UNAM se sometan al voto estudiantil.

   La electa jefa de gobierno de CDMX Claudia Sheinbeum pareció imparcial, pero dijo que “los universitarios decidirán la permanencia del rector”. Con tanto lavado de manos, las autoridades de la UNAM ya saben que están solas.

 

 

¿Es transición o tormenta de ideas?
UNAM: será una semana decisiva
Congreso, echando a perder…

 

   Faltan once semanas y media para la toma de posesión del nuevo gobierno y es posible que ya sea hora de que haya más conexión entre los mensajes del Presidente Electo y los de su designado gabinete.

   Aunque algunos no lo crean, ya llego la hora de que alguien se encargue de establecer una coherencia en lo que se declara diariamente, para evitar confundir a la opinión pública, hoy por hoy más atenta que nunca a lo que dice el futuro gobierno.

   El mejor ejemplo es que todavía hay miembros del designado gabinete que declaran ocurrencias como la del futuro de los hospitales militares, innecesaria declaración pública que sólo crea fricciones entre soldados y marinos con el siguiente gobierno.

 

 

Morena: ¿hay costos por negociar?
UNAM: la imposible la cuadratura del círculo
Las discretas, pero necesarias rectificaciones 

   Un amplio sector de la opinión publicada y la opinión ilustrada ha censurado acremente las negociaciones entre la bancada de Morena y la bancada del Partido Verde, por la que este cedió cinco legisladores y facilita que los coordinados por Mario Delgado tengan absoluta mayoría en San Lázaro.

   Tal acuerdo produjo la concesión de licencia en el Senado al chiapaneco Manuel Velasco, lo cual ha indignado hasta a los aliados que en la academia tiene el Presidente Electo, no sólo a los adversarios de Morena.

   Se predice que arreglos de esta naturaleza representarán un costo político para Morena. El tiempo lo dirá, aunque por ahora parece que las élites progresistas son quienes insisten en negar que en julio los mexicanos votaron por un Presidente fuerte, sin andarse con sutilezas.