Comentario con López-Dóriga
Fervor guadalupano
Debo reconocer que, a pesar de los años, nunca dejan de conmoverme las expresiones de sencilla religiosidad guadalupana, no sólo en la Basílica del Tepeyac, sino en todos los templos católicos a lo largo y lo ancho de la República.
Otra vez, Joaquín, se comprueba el poder unificador de la imagen de Santa María de Guadalupe, por encima de las mezquindades, de los odios y canalladas de la política.
A muchos disgustan las expresiones del arraigado guadalupanismo de los mexicanos. Pues con la pena, si hay reclamos de los fundamentalistas laicos, reclámenle a don Benito Juárez, pues fue el Presidente Juárez quien decretó fiesta nacional el 12 de diciembre. Como dicen en el beisbol o en Palacio: Aléguenle al ampáyer.