Pacto con el diablo

  Dicen que estamos en etapa de precampañas, pues será, pero la catarata de spots nos hace sentir que ya estamos en la campaña.

  Un amplio sector de la opinión progresista está confundido y desconcertado por la alianza de Morena con el Partido Encuentro Social, un partido con tintes religiosos inocultables.

  A muchos que se consideran de izquierda les parece incongruencia que aquel a quien ven como el candidato de la izquierda, López Obrador, sume a su alianza al PES.

  Como ayer recordaste, el dirigente de Encuentro Social te dijo que no harían alianzas. Y están en Alianza con Morena. Prueba que en las luchas por el poder todos son iguales.

  A la gente de izquierda, desconcertada y porque López Obrador los lleve a la elección con un partido que ellos consideran de ultraderecha, bien podría el tabasqueño recordarles que fue Lenin quien dijo que, si para triunfar debía sentarse a cenar con el diablo, pues se sentaría a cenar con el diablo.

  Prueba de que, en asuntos de política, Lenin no era aferrado, era realista. Por eso triunfó.