Comentario con López-Dóriga

No vaya a ser el diablo

   El gobierno federal ha procurado casi no darse por enterado del asesinato del líder de los trabajadores de la industria petroquímica Gilberto Muñoz Mosqueda.

   Se mantiene al margen. Y no está mal, porque los homicidios son de la competencia de las autoridades locales, pero el asesinato de Muñoz Mosqueda no es un homicidio común.

   Debe ser esclarecido, porque sería peligroso que el clima de violencia criminal en Guanajuato fuera usado para disimular un crimen político.

   Peor todavía, si, como dicen algunos especialistas, las mafias criminales buscan infiltrarse y controlar a las organizaciones sindicales.

   Son sólo especulaciones, pero son tan ominosas que para tranquilidad de la República deben esclarecer pronto el asesinato de Muñoz Mosqueda.

   No vaya a ser el diablo.