Seguridad interior
Esta semana, en el Senado, se verá en comisiones la iniciativa de ley de seguridad interior aprobada en la Cámara de Diputados.
Hay, como se dijo en este tu espacio, una indignada movilización de las cofradías de organizaciones de la sociedad civil que, por este tema, han formado un vario pinto conglomerado, al cual confluyen moderados y radicales.
El tema ha sido material para los más delirantes despropósitos y barbaridades. Y, de pronto, muchos de los opinantes nos transformamos en expertos en la ciencia jurídica. Todo con tal de echar abajo la ley aprobada por los diputados.
Como siempre, se propone reforzar las policías locales, pero se lo exigen al gobierno federal, no a los gobernadores. Y se quejan que sean los legisladores quienes decidan sobre un tema tan delicado.
Olvidan que, aunque no nos guste, con el voto elegimos a los legisladores para que tomen decisiones. Esa es la democracia representativa.
Ojalá y no lo olviden los senadores y tengan el coraje político de aprobar la ley de seguridad interior. Esta semana veremos de que están hechos.