Comentario con López-Dóriga
Renovación de la esperanza
Cada toma de posesión presidencial, en estricto rigor es un cambio de guardia, un relevo del elegido para ser el responsable del Gobierno de la República por seis años.
Como ahora, cada sexenio renueva la esperanza. Lo dice, Joaquín, alguien que desde que vota ha visto diez tomas de posesión presidenciales. Esta será la onceava.
La cofradía “Peña no sabe nadar” insiste. Magnifica los errores. Personalmente no soy tan severo. Creo que los Presidentes cometen errores, pero todos han hecho su mejor esfuerzo, pero no siempre basta.
Vale recordar que don José López Portillo dijo: “…a los Presidentes, cuando asumimos nos entregan todo, y cuando salimos nos quitan todo”.
Asumirá el licenciado Andrés Manuel López Obrador la Presidencia de México con inusitado respaldo y aplastante mayoría. Mañana empieza a escribir su propia historia y lidiar con la terca realidad.
El primer presidente del Sur en muchas décadas. Sabe que México es distinto, pero me pregunto si lo suficiente como para olvidar la advertencia de Porfirio Díaz: “... Es más difícil gobernar a los mexicanos que arrear guajolotes a caballo”.