Comentario con López-Dóriga
Celebración a la vida
Muchos están exultantes por la inminente legalización del uso de marihuana. A mí, en palabras del inolvidable chihuahuense don Manuel Bernardo Aguirre, "ni me beneficia ni me perjudica, sino todo lo contrario".
Como sea, qué gris amaneció, Joaquín, esta mañana de Día de Muertos.
En toda la República los mexicanos peregrinamos a los panteones, para la visita anual a nuestros muertos, y algunos hasta acudimos a las Iglesias a rezar por ellos. México ha adoptado los rituales del Altiplano, pero, como todo, cada región, cada comunidad lo adapta a sus costumbres.
Y a pesar de la modernidad, en todo México todavía son muchas las visitas de toda la familia a los camposantos. Como en mi lejana infancia, cuando después de barrer las tumbas nos comíamos los lonches y las sodas.
A la distancia, Joaquín, pienso que esos rituales considerados folklóricos, eran y son en realidad, sí una celebración a la muerte, pero también una celebración a la vida.
Cosas se le ocurren a uno, Joaquín. Quizá por pensar en mis muertos. Quizá sólo porque la mañana me pareció triste.