Comentario con López-Dóriga

Los rijosos anayistas

  Todavía no se iba de la dirigencia nacional del PAN Gustavo Madero, pero distraído en otros menesteres, no detectó que desde entonces el queretano Ricardo Anaya inició la operación que, una vez que se quedó al frente del partido, fue el leit motiv de su quehacer.

  Así controló la mayoría de comités estatales y municipales del PAN y secuestró la candidatura presidencial y pudo hacer la alianza con el PRD, un factor para la derrota del pasado uno de julio.

  Esa mayoría aún está en el Consejo Nacional, por eso ovacionaron a Ricardo Anaya y, diga lo que diga Damián Zepeda, no hubo ningún análisis profundo de lo que les pasó, ni lo habrá.

  Dicen que Ricardo Anaya se va a la academia, será, pero los anayistas no soltarán el control del partido. Actúan como si no hubieran sido ampliamente derrotados en la elección, y quieren repetir la costosa rijosidad, quieren elegir a un liderazgo rijoso como ellos, no a un liderazgo que sea oposición muy inteligente a López Obrador, que aplastó a todos sus adversarios.