Comentario con López-Dóriga

Excesos de la austeridad

  Hoy que está tan de moda hablar de austeridad, vale la pena recordar una historia de hace unos 20 años.

  Nada nuevo. A veces quienes determinan los límites de la austeridad, casi siempre son gente con poco contacto con la realidad, viven en el mundo de lo que debiera ser no en el mundo que es.

  En una de tantas ventoleras ahorradoras, se limitaron los viáticos de los servidores públicos. Fueron tan drásticos que algún funcionario, digamos más sensato, descubrió el riesgo que representaba enviar a mujeres a tareas que implicaran viajar.

  Los límites impuestos desde los escritorios a los viáticos alcanzaban para que, en el mejor de los casos, los servidores y servidoras públicas se hospedaran en hoteles pulgosos o de paso. Se logró flexibilizar la norma.

  Vale la historia, pues los objetivos de la austeridad republicana de Morena han sido recibidos con euforia, que digo con euforia, Joaquín, es casi una borrachera de austeridad.

  El riesgo de los excesos de austeridad para los mexicanos es terminar convertidos en una nación de mezquinos cuentachiles