Comentario con López-Dóriga

Violencia verbal

  Quizá ya se esperaba la airada reacción presidencial por el fallo de ayer en la Suprema Corte, pero no sé cuántos de mi generación, la generación del Jurásico en que reinaron los dinosaurios, se entristecieron al escuchar al Presidente de México llamar “banda de rufianes” a la Suprema Corte de Justicia.

  Porque entristece pensar que la violencia verbal sea práctica diaria del discurso político durante las 55 semanas que faltan para la elección presidencial, pues antes de lo que piensan, se traducirá en violencia física.

  Sorprende que un Gobierno con tanta devoción por nuestra historia, olvide sus lecciones, que la violencia verbal causa daño temporal, pero las heridas de la violencia física tardan generaciones en sanar. ¡Qué tristeza, Joaquín,  qué tristeza!