Comentario con López-Dóriga

Monumental disparate

  Nadie debe sorprenderse porque muchas voces del oficialismo parecen preparar el terreno para que no sean sólo unos pocos empleados menores los que sean castigados por el incendio en el centro de detención en Ciudad Juárez que ya costó la vida a 40 personas y si la indignación hace necesario sacrificar funcionarios de más alto nivel es impensable que vayan más arriba del director del Instituto Nacional de Migración Francisco Garduño.

  Castigarlo, sin embargo, no resuelve la crisis migratoria, como tampoco la resolverá el discurso del gabinete presidencial de que “emigrar es un derecho”, pues para México, paso obligado para todo el que busca el sueño americano,  reconocer que emigrar es un derecho sería, para decirlo en bonito, un monumental disparate.