Comentario con López-Dóriga
Estado paralelo
El crimen organizado quemó instalaciones y equipo de Telecable de Michoacán por negarse a pagar cuota de protección y admitirle como socio.
Atisbo de una realidad que ya no puede ocultarse tras el rijoso pleito presidencial con el INE, porque en el México real el crimen organizado cobra protección y derecho de piso a empresas pequeñas, medianas y hasta a los modestos puesteros de los tianguis y lo cobra con brutal eficiencia.
Nadie en el Gobierno que quiera cobrar su próxima quincena se atreve a sugerir ajustar la sexenal política de abrazos no balazos, aunque gracias a esa política cada día son más regiones en las que la cruel y despiadada eficacia del crimen organizado le ha convertido en Estado paralelo.