Comentario con López-Dóriga
Ya no es prioridad dialogar
Los eventos políticos de la semana pasada fueron un punto de inflexión para el Gobierno de la República.
Pasados los ecos de los foros en la Cámara de Diputados para la Reforma Eléctrica, parece debilitarse el interés del Gobierno por dialogar con la oposición.
Está clara la prisa del Presidente López Obrador por consolidar los cambios hechos hasta hoy y el endurecimiento del discurso y acciones del Gobierno y su partido.
Parece que, al divisar la orilla, el fin del sexenio, ya no es prioridad el dialogar con la oposición.
Cuando el Secretario de Gobernación dijo a los senadores morenistas que “la oposición miente”, creo, Joaquín, que llevó la señal para un cierre sexenal en el que no se dará cuartel a ningún adversario.