Comentario con López-Dóriga
Regresar a los crimines políticos
No sorprende el anuncio del semáforo rojo en el Valle de México. Era inevitable, dado la emergencia sanitaria.
Si sorprendió y escandalizó el asesinato en Puerto Vallarta del exgobernador de Jalisco Aristóteles Sandoval. Como siempre, confusión y preguntas. Cito sólo dos: ¿Por qué la policía de Vallarta tardó en llegar más de quince minutos? ¿Por qué los dueños del restaurant ordenaron limpiar la escena del crimen antes que llegaran las autoridades?
Quizá nunca lo sabremos. Sería grave que el asesinato del exgobernador jalisciense sólo se sumara a la lista de políticos locales asesinados en los últimos años.
Sería trágico para México que, aprovechando la ola de violencia criminal, se disimulara el renacimiento de la bárbara costumbre de resolver conflictos políticos matando a los adversarios.