Comentario con López-Dóriga

La fe del carbonero

  El anuncio de que no abrirán la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe ni el 11 ni el 12 de diciembre, me recordó algo.

  Cuentan que un teólogo le pidió a un carbonero explicarle la Santísima Trinidad.

   El carbonero tomó la tela del sayo que le cubría, le hizo tres dobleces y al extenderlo le dijo son tres cosas, pero todas son una. Esa, dijo el teólogo, es la fe del carbonero, esa que Unamuno describe como la fe sencilla y firme, de la gente sencilla de corazón, no necesita pruebas.

  Sensata decisión decimos nosotros, pero, me pregunto si cerrar la Basílica basta para impedir que vayan los guadalupanos bendecidos con la que para mí es la envidiable fe del carbonero. No lo sé, Joaquín.