Comentario con López-Dóriga

La ley del más fuerte

   La semana pasada un grupo de pasajeros de una combi aprovechó el descuido del ratero que los asaltaba y le dieron una golpiza tal que estuvo o está en terapia intensiva. Los ciudadanos están hartos de los diarios asaltos en el transporte público, dijimos todos.

   Y casi todos vieron como héroes a los linchadores.

   Sabes, Joaquín, que estoy muy lejos de ser corazón sangrante, pero me inquieto que se aplauda el linchamiento de un ratero, tan profusamente difundido en los medios y las redes sociales.

   Preocupante que las autoridades no se den cuenta que su permisividad y franciscana tolerancia puede hacer que, acá en el México real, tan ajeno al discurso oficial, empiece a regir la bárbara ley del más fuerte.